Nuestra Historia


1986-1989

De 1986 a 1989, periodo en que el pastor fue el hermano Dolores Humberto Romero, quien empezó. Posteriormente a una campaña realizada por Efraín Carranza, pasto…

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1990-1991

De 1990 a 1991 pastoreado por Rosali Mejías, este tuvo la oportunidad de darle a la iglesia local una organización básica de sus miembros. para ese…

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Nuestra Mision

La Herencia La Iglesia Apóstoles y Profetas de El Salvador en estos 84 Años de existencia, ha respondido a su llamado especial de proclamar la doctrina y experiencia de la entera santificación, ha tenido cuidado de retener y nutrir la identificación con la Iglesia Cristo-céntrica mediante la predicación de la Palabra, su administración de los sacramentos del Bautismo y Santa Cena, su insistencia en desarrollar y mantener un ministerio verdaderamente lleno del Espíritu Santo, tanto en Fe y práctica, su compromiso de inculcar disciplinas para que sus adherentes (miembros) sean como Cristo en su vida y en su servicio a otros.

Declaracion de Fé

A fin de Obedecer a La Palabra de Dios y vivir conforme a lo establecido por ella y a la fe dada a los santos, especialmente la sana doctrina, para llegar a la perfección de la santificación de cada creyente. Nosotros los ministros y pastores, miembros de La Iglesia Evangélica Apóstoles y Profetas de El Salvador, por la presente ordenamos, adoptamos y publicamos como la ley y doctrina fundamental, los artículos y dogmas de Fe, Las Reglas generales de La Palabra de Dios, para la vida de santificación cristiana.


VISION

Proporcionar a todos nuestros miembros de los recursos idóneos y necesarios; que les permitan llevar a cabo una labor rápida, eficiente y capaz para el cumplimiento de La Gran Comisión, a través del mantenimiento de procesos actualizados de Las Sagradas Escrituras. Colosences 1:28.

VISION

De hoy en adelante Ser Una Iglesia comprometida en obediencia humilde al Señor Jesucristo y también a Su Palabra Viva; en obediencia y cumplimiento de la Gran Comisión dada por El; y predicar sus enseñanzas para hacer buenos discípulos, según . San Mateo 28: 18-20.